iw791983512046468

lunes, 8 de noviembre de 2010

La ciudad de la lluvia

Por casualidad, utilizando el control remoto de mi televisor, me encontré viendo Los Comediantes de la Noche, un programa humorístico que se emite en un reconocido canal de Colombia. Me llamó la atención el personaje que en ese momento se presentaba: Un argentino, nacido en Buenos Aires y de quien no recuerdo el nombre. El asunto es que en el momento que lo ví dijo algo similar a lo siguiente: "Me encanta el optimismo de los rolos; amanece, se levantan, se asoman a la ventana y con gesto de desaprobación dicen: Hoy va a llover.....".

Admito que, siendo bogotano (rolo) hasta la médula he representado ese rol varias veces en el pasado; y el comportamiento no es gratuito. Viví con ese pseudotemor constante cuando iba para la escuela primaria, cuando asistía al colegio, cuando salía para la universidad y posteriormente antes de salir a trabajar. Vale la pena destacar que este factor climático ya no me afecta, ya que veo la vida de otra forma y después de muchos años en el planeta, un día por fin decidí que era algo que había que aceptar cuando viniera y punto. Y es que la lluvia ha acompañado a mi ciudad a lo largo de toda mi vida, antes de ella y seguramente después.

Hoy, cuando decido escribir publicamente, hago remembranza de estas cosas y es inevitable comparar esas épocas pasadas con la actual. La escuela primaria quedaba a dos calles de mi casa, por lo tanto no debía utilizar un transporte público; cuando estaba en el colegio debía viajar en un bus atestado de gente desconocida y escuchaba Radio Reloj durante todo el recorrido, pero no existía ni la mas mínima noción del peor ejemplo de transporte público llamado transmilenio; al trabajo y a la universidad me iba también en bus o buseta y era delicioso disfrutar esos viajes urbanos sin el paisaje constante de polisombras, desvíos y calles rotas.

Hoy trabajo fuera de mi ciudad pero sigo viviendo en ella y la sigo queriendo como nunca, pero, como muchos otros "rolos" me duele lo que veo todos los días en Bogotá. Sé que es una causa perdida el querer revocar el mandato al alcalde (?) de turno, y esto lo sé de primera mano, sé que es inútil intentar depurar el concejo (consejo?) por la pugna bipartidista de toda la vida que ahora cambió de colores mas no de pésimos representantes, sé que no tiene sentido el andarse quejando por el "trancón" permanente por que es la base del negocio de unos pocos, sé que aunque pidamos a gritos la eliminación de la estupidez colectiva (léase pico y placa) algunos la ven como una solución salomónica sin darse cuenta que es el estado anterior a una dictadura social donde seguramente nos prohibirán salir de nuestra propia casa o vestirnos con determinados colores de acuerdo al día de la semana y/o al último dígito de la cédula.

Cuando veo la gestión de la administración (?) distrital recuerdo a un personaje con quien trabajo, quien donde se encuentra hace un desorden descomunal y se va a descansar, y cuando otros pasan y ven el desorden dicen: "Ah carajo, como trabaja este hombre...."

Hoy, cuando escribo las últimas líneas de este blog (que no será el último), ruego a todos los bogotanos de corazón que lo lean, que hagan su propia remembranza y mentalmente visualicen nuestra ciudad en un estado próximo futuro de progreso y crecimiento, sin trabas físicas y/o implícitas que nos impidan volver a ser la "Atenas de Suramérica", pero no por las ruinas, sino por la cultura, el orden y la justicia social.

Estoy escribiendo junto a la ventana y puedo decir con toda certeza que está lloviendo, lo cual no me afecta, pero en un deseo sublime de cambio en Bogotá, tengo en este instante la fantasía de que el agua que cae a chorros se lleve todo lo malo que mencioné y mañana cuando me levante mire hacia una de las avenidas que me rodean (sin trancón, huecos ni polisombra) y pueda por fin decir con total convicción:

Hoy tal vez va a llover, pero.. ah carajo si trabaja este hombre.......¡¡¡


---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

2 comentarios:

  1. Bienvendo al mundio de los Blogs, esperemos que todos los escritos nos permitan unos minutos para pensar en nuestra realidad y salirnos de la monotonia del dia a dia. UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  2. Me alegro don Mauricio, que tenga tiempo de escribir (como trabaja este man, que tiene tiempo de reflexionar), Concejo que hay que no votar en estas próxima elecciones y dar la oportunidad a otros personajes que solo piensen en las reflexiones, de aquellos que queremos a Bogotá y no estamos de acuerdo con esa maquinaria politica, solo podamos gozar una ciudad, limpia y bonita para nuestros hijos, solo de paso, ya que es mejor vivir en una ciudad con pinta de pueblo y tengamos la posibilidad de ir y venir, disfrutarla y volver a la naturaleza, con sus paisajes al llano, como es el caso de su hermanita y sobrino, gozando la lluvia, el amanecer, los prados verdecidos, lo inigualable de la lluvia que hace en lo verde y se ve reflejado en lo que toca y no en la polución y el ritmo de esa metropolí, insolidaria y fria como su clima. Sin embargo es gratificante saber que crecimos y tenemos nuestros mejores amigos y recuerdos y estamos haciendo patria en otro lugar de nuestra geografia más amable. Un abrazo don Mauricio y saludos a los rolitos (Laura Camila y Pablo Alejandro).

    ResponderEliminar